Durante la primera mitad del mes de Febrero se nos bombardeó con publicidad referente al amor romántico y eso está bien, pero me parece muy importante hablar de algunos mitos y estereotipos que lo rodean.
Empecemos con el famoso “el amor aguanta y perdona todo”. Suena muy bonito pero en la práctica no es correcto.
¿Por qué? Porque aunque siempre existirán errores, acciones u omisiones perdonables y justificables por parte de nuestro novio o pareja, todo tiene un límite. Digo, no vamos a andar perdonando infidelidades, vejaciones, celos enfermos, ni mucho menos cualquier tipo de violencia.
Otro mito: “el amor lo supera todo”. Este va relacionado con el punto anterior y tampoco está bien.
Muchas veces queremos pensar que es muy romántico superar todo tipo de peleas, de separaciones, de obstáculos, pero cuando han ocurrido por cuestiones como las que señalaba en el párrafo anterior, tiene que haber un límite. Seguro todas en algún momento hemos dicho: “nuestro amor es muy fuerte porque aunque nos peleamos, siempre regresamos”, pero debemos aprender a identificar cuando es amor o ya se volvió dependencia emocional, igual que con el asunto del “perdona todo”.
Cabe señalar que ambos mitos han sido transmitidos de generación en generación, pero ya no son aplicables porque tienen su origen en los tiempos de nuestras bisabuelas y tatarabuelas, cuando a las mujeres de plano se las consideraba y trataba como si no fueran seres humanos.
Los tiempos han ido cambiando y aunque prevalece el machismo en nuestra sociedad, las féminas hemos ido ganando derechos y espacios en casi todos los ámbitos, además de que existen instituciones cuya labor es la de hacer llegar a toda mujer la información acerca de su derecho a una vida libre de violencia, con la finalidad de que ninguna mujer más sea maltratada, así que aunque aún haya familias que les inculquen desde niñas que padecer violencia es normal, ya no deben ser válidos ambos estereotipos románticos.
“Y vivieron felices para siempre”. Aunque suene muy bello, muy a final de cuento de hadas y de película de Disney, esto no sucede para todas las parejas.
Nuevamente nos vamos a la época de nuestras ancestras. Antes, sobre todo por cuestión religiosa, la gente se casaba prometiendo ante Dios que vivirían “en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe”. Y sí, así era, pero eso no significaba que fueran felices.
Digo, ninguna relación es 100 % miel sobre hojuelas, pero cuántas parejas vivieron un matrimonio de infierno nada más por cumplir una promesa hecha ante un altar y por obedecer el canon establecido de la época.
En una sociedad que era el doble o triple de machista, las mujeres aguantaban y perdonaban infidelidad tras infidelidad, golpe tras golpe, humillación tras humillación y un largo etcétera porque era la costumbre, porque se tenían que callar, porque prácticamente eran un cero a la izquierda que debía soportar todo lo que hiciera su marido, porque pues, era su marido y tenía derecho a hacer y deshacer.
¿Creen que eso era vivir felices para siempre? Por supuesto que no.
Antes era casi excomulgada la mujer que se atrevía a divorciarse y solía ser señalada por la sociedad como si hubiera cometido un delito grave, cuando no había hecho más que ejercer su derecho a ser realmente feliz cortando los lazos con quien le hacía una vida miserable, o simplemente tomando la decisión porque ya no había amor.
Durante los años 60’s y 70’ del siglo pasado, afortunadamente fue cambiando un poco el concepto acerca de las mujeres divorciadas, pero hasta la fecha se nos sigue vendiendo la idea romántica y errónea de que para ser una mujer plena, lo ideal es casarte o juntarte para toda la vida.
Separarse o divorciarse nunca es una decisión fácil, lo digo por experiencia y nadie se casa con la idea de que eso pase, pero a veces es preferible dar por terminada una unión cuando se es más infeliz que feliz por ambas partes.
Hasta aquí los mitos principales sobre el amor romántico. En otra entrega les hablaré de más.
Nos leemos la próxima semana.
ARIANNA COS
COMO MARIPOSA
CONTACTO
@aricos127 en Twitter.
rodaril127@gmail.com