Bien dicen que no hay peor enemigo de un mexicano que otro mexicano y lo más grave es que cuando un representante popular, como son los diputados, ejerce su poder legislativo en contra de los mexicanos.
La semana pasada provocó un rotundo rechazo el calificativo que le dio la diputada local del Congreso de la ciudad de México, Lupita Chávez a su compañero el Diputado Migrante, Raúl Torres a quien consideró un “falso mexicano” por el hecho de ser migrante, además afirmó que las propuestas para apoyar a la comunidad de los paisanos que radican en el exterior son “absurdas” y votó en contra de la iniciativa presentada por el legislador.
Las reacciones llegaron pronto y una de ellas vino por parte de la organización Hispanic Citizen que representa a los latinos en Estados Unidos y que manifestó a través de sus redes sociales que los mexicanos son mexicanos independientemente de dónde se encuentren, sobre todo porque dijo que importan las remesas, pero también la voz, el voto y los derechos de los migrantes. Y es que desde Palacio Nacional el presidente constantemente considera a los migrantes como héroes por enviar millones de dólares en remesas mes con mes, pero ahora pasan de ser héroes o ser falsos mexicanos por el simple hecho de pedir presupuesto para sus comunidades o programas que los protejan a ellos y a sus familias.
Hay que recordar que la organización Fuerza Migrante, fundada por el poblano Jaime Lucero, encabezó, desde el 2019 hasta el 2021, una gran lucha en la defensa de la posición de diputado migrante en el congreso local de la Ciudad de México, misma que la bancada de Morena buscaba desaparecer. Ahora que hay un legislador local que representa a los mexicanos que viven en el exterior y que se preocupa por presentar iniciativas que mejoren la calidad de vida de las familias de estos migrantes, algunos diputados morenistas como Lupita Chávez descalifican y además mandan a la congeladora estas propuestas.
Parecería un caso aislado por tratarse de los legisladores locales en la Ciudad de México, sin embargo, la tendencia en este sexenio es de hacer a un lado los programas y propuestas dirigidas a mejorar las condiciones de la comunidad migrante y para muestra el presupuesto federal de egresos aprobado para este año que contempla un mínimo de recursos para todo lo que tiene que ver con la protección y atención de los mexicanos en el exterior.
En sus redes sociales el diputado migrante Raúl Torres aseguró que, y cito textual: “a los de morena les encanta recibir y presumir las remesas, pero piensan que los mexicanos en el extranjero somos falsos mexicanos. No lo olviden cuando vengan a pedir el voto en el extranjero en las próximas elecciones”.
Y es que, a pesar de que en el congreso local capitalino la bancada morenista se niega a aprobar iniciativas que favorezcan la asignación de recursos para la comunidad migrante, el Instituto Nacional Electoral está promoviendo la participación de los mexicanos en el exterior en la consulta para la Revocación de Mandato, es decir, se les incluye únicamente para lo que conviene a sus intereses.
Por cierto, Raúl “Richi” Torres es el primer diputado migrante en la Ciudad de México, su madre es mexicana y su padre de origen peruano, además desde la adolescencia vivió, trabajó y estudió en Boston, Nueva York y Washington; en el último proceso electoral ganó la diputación con más del 54 por ciento de los votos de los mexicanos en el exterior.
Raúl Torres presentó, el martes pasado, una denuncia en contra de la bancada de Morena por “actos de discriminación que no pueden quedar impunes” ante la Comisión para prevenir y eliminar la discriminación en la ciudad de México, la COPRED.
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