Hace un par de semanas una amiga me consultó sobre la conveniencia de llevar a los medios de comunicación un caso de abuso sexual contra una menor perpetrado en un jardín de niños.
Tras platicar con ella, me dijo que trataría de convencer a la mamá de la pequeña de acudir a interponer su denuncia ante la FGJ así como a la prensa en caso de ser necesario, para presionar a las autoridades a tomar cartas en el asunto.
Días después le pregunté que qué había pasado y me respondió que la mamá había decidido interponer la denuncia aunque tenía sus dudas sobre lo que pudiera ocurrir. Se preguntaba si le harían caso y temía que la identidad de su pequeña fuera revelada trayéndole consecuencias.
Pues tenía razón en dudar. Resulta que los peritos de la Fiscalía le salieron a la mamá con que no le creían porque la pequeña no se dejaba revisar y que en casos así siempre se dejan revisar.
¡Totalmente falso! Las víctimas de abuso sexual sea la edad que tengan, se muestran renuentes a dejarse revisar. Y esto está documentado, no lo digo yo. Por algo cuando hay casos de abuso y de violación se solicita el servicio de un trabajador social versado en psicología o de un psicólogo. Obviamente es tal el trauma que la víctima no se va a dejar tocar tan fácil.
Por eso es absurdo, inaudito, increíble, intolerable, indignante, que en la propia Fiscalía le hayan dicho semejante barbaridad a la mamá de la pequeña.
Después de esto, sí estaba considerando la señora acudir a los medios de comunicación. También se estaba asesorando para denunciar a la maestra de la pequeña quien es la que cometió el abuso, ante las autoridades de la SEP. Fueron dos ocasiones en que la maestra titular al llevarla al baño, abusó de la menor.
Que acuda a la SEP sabemos que tampoco es garantía de que vayan a tomar represalias contra la maestra. Ha habido otros casos donde quienes deberían proteger a los alumnos se hacen de la vista gorda, solapando y protegiendo a los agresores.
Lamentable que se deje en el desamparo en la mayoría de las ocasiones a las víctimas tanto por parte de las autoridades de justicia como por las educativas.
¡Están para protegernos! No para darnos la espalda en la búsqueda de justicia. Pero desgraciadamente tanto en Puebla como en el resto del país se da la misma situación.
Leía el caso de una pequeña de 5 años que fue violada por sus propios primos, ¡de tan solo 6 y 9 años! Esto mientras los papás de los tres atendían su negocio, a la par de que veían un partido de la Selección en la Ciudad de México.
La niña le contó a su mamá lo ocurrido cuando ésta la notó extraña. De inmediato la señora y su esposo acudieron a interponer la denuncia ante las autoridades correspondientes, quienes para su asombro, les dijeron que no podían hacer nada, que no podían proceder contra los agresores debido a su corta edad.
Ok, los niños son muy pequeños, pero tampoco es que no se pueda hacer nada; no se puede dejar sin sanción una conducta tan atroz. Todo Ministerio Público se supone cuenta con psicólogos, con personal capacitado para atender situaciones como estas, en las que no se puede meter a la cárcel a los agresores. Insisto, las autoridades judiciales están para hacer justicia a las víctimas, para buscar el modo de sancionar a quien comete un delito tenga la edad que sea.
El pequeño de 6 años quizás actuó por órdenes del de 9 o bajo su influencia, porque desgraciadamente en la actualidad con el fácil acceso a la tecnología, aquel ya tenga conocimiento de temas que no son para su edad. Pudiera ser que los niños pasan mucho tiempo solitos viendo contenido inadecuado y que sus padres no estén enterados o que aunque lo estén no les expliquen nada. Pudiera ser que los mismos niños han sido abusados o que hayan presenciado algún abuso en su casa.
Hay un montón de “pudiera ser” que deben ser investigados antes de simplemente decirle a los padres de la pequeña que no pueden hacer nada.
Del primer caso me pregunto, ¿Qué mente tan enferma puede tener un adulto para dañar de esa manera a una criaturita inocente, quien va a la escuela con la ilusión de aprender y ser feliz jugando con sus amiguitos? Del segundo como señalaba, debe haber un trasfondo.
Da mucho coraje e impotencia enterarse de casos de abuso infantil. El mismo sentir me produce enterarme de la negligencia en el actuar de las autoridades.
Pero la justicia es un factor, el otro es la cuestión emocional. He señalado en varias ocasiones que todos tenemos traumas que sanar y que arrastramos desde nuestra niñez; asimismo que es necesario que todos vayamos al psicólogo porque no tiene nada de malo, al contrario, nos vuelve mejores personas para nosotros mismos y por ende para los demás.
Si se le diera adecuada atención a la salud emocional, seguramente se reduciría muchísimo el abuso infantil.
En fin. Ojalá que ambos casos logren obtener justicia. Las pequeñitas ya sufrieron un gran trauma. ¡Merecen justicia!
Nos leemos la próxima semana.
ARIANNA COS
LA MARIPOSA NARANJA
@AriCosL127 en Twitter.