La conocí en la antesala de una cabina de radio y quien me la presentó fue Mario Martell.
Me cayó bien, de buen semblante y ánimos en su primera aventura política. Sólo estaban los dos, ni una persona más.
Una muchacha sencilla y decidí escuchar su entrevista, una de sus primeras que le hizo Iván Mercado.
Se centró en un concepto de política humanista, más cercana a la población. A la distancia sería un deleite tener la versión estenográfica o escuchar esa charla para compararla con el presente
La mozuela de la política sorprendió a Iván Mercado y éste le reconoció su discurso.
Muchos doritos después, en otra ocasión, el mismo Iván le echó en cara a Claudia Rivero, a la sazón de presidenta municipal, su desfachatez por no encarar los retos ante la creciente delincuencia.
Ex trabajadora del instituto de estadística, Rivera Vivanco tuvo su primer encuentro con la política en la marcha del desafuero de López Obrador.
Seguramente en esa marcha se desgarró la garganta en contra de la corrupción, del fraude.
¿Qué pasó con esa Claudia?
¿En qué parte del camino se le olvidó lo que tanto pregonó?
Hoy es una mujer en el poder, en el poder de la soledad rodeada de cuatro aplaudidores que se han vuelto adictos al nivel que han encontrado. Solos, sin ella, no serían nada en la política.
Ha transitado en el campo de los tropiezos y se ha convertido en una de las peores presidentas municipales del país.
La pena es el halo que la distingue.
Peleada con el gobernador, Luis Miguel Barbosa Huerta, que en campaña lo ensalzaba como un gran político. Los dos de Morena
Quienes le hablan al oído le engañan. El futo de esos alientos hieden.
Malos resultados en el combate a la seguridad la señalan.
Pudo ser reina y prefirió el papel de la villana.
Prometió tanto, como el puente en el lago de Valsequillo en lugar de la panga. Todo ha quedado en el olvido.
Porqué las compras turbias de ventiladores hospitalarios de basura, de desecho y que el gobierno del estado se los rechazó por inservibles.
¿Quién ordenó la compra y a qué empresa?
Se les cayó un jugoso negocio de 15 millones de pesos.
Lo hicieron con las patas y sólo se dieron a conocer.
De los bolardos, de eso mejor ni se lo recordamos. Es parte del inventario de lo inútil, del dinero tirado.
Eso también es tiranía.
¿Porqué Claudia?
Estás a unos días para llegar a la mitad de tu mandato y la gente percibe que ha sido un tiempo perdido.
¿Cuándo te valió madres un gobierno de calidad y preferiste lo que la gente percibe?
¿Cuándo?
Que el 14.5 por ciento de apoyo te guíe.
Fin