Este fin de semana se vio un mayor movimiento entre la sociedad poblana a través de paseos en bicicleta, torneos de beisbol y de futbol.
La gente ya se confió en que no pasa nada, hasta que cae la enfermedad en algún familiar directo.
Sólo así sienten el temor.
Pero si el mandatario de nuestro país está poniendo el mal ejemplo con el inicio de sus inútiles giras por el suroeste.
Son tan inútiles que hasta pasaron de noche.
Andrés Manuel López Obrador está en su derecho de poner en marcha el proyecto del Tren Maya, en el cual se ha empecinado. Pero no era necesario banderazos de salida.
Sólo comenzar la obra y ya. Ya habrá tiempo para poner el sello de la casa.
Y luego, la segunda en el mando al poder, la secretaria de Gobernación Olga Sánchez Cordero quien no se pone cubrebocas –a pesar de que pertenece a la población vulnerable por su edad- y dice de manera irresponsable que usa nanopartículas de cítricos.
Uno sale con sus estampitas en la primera etapa.
Luego que con no robar, no mentir y no traicionar se protegen del contagio de coronavirus.
Es decir, ¿los más de 13 mil muertos fueron porque eran mentirosos, traicioneros y ladrones?
En Puebla ya se desató la paseadera.
Los torneos de futbol llaneros.
Las liguitas de beisbol.
El gobernador poblano, Luis Miguel Barbosa ha sido más prudente y ha llamado a estar recluidos dos semanas más, como mínimo, en casa.
Tenemos un alto contagio y no podemos bajar la guardia.
Si pueden quédense en casa, sólo salir por lo esencial y regresar.
Al presidente de México se le olvida que ya terminó la campaña y es gobierno.
FIN