En los últimos meses, muchos actores del Movimiento de Regeneración Nacional han dado de qué hablar, comenzando por el tlatoani de todos los mexicanos: el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha estado en ojo del huracán por las críticas a sus declaratorias frente a la peor crisis económica y la persecución de la corrupción que, más que un cumplimiento a las promesas de campaña, pareciera un show mediático para la legitimidad del mesías de esta 4T.
Sin embargo, los mayores escándalos y manchas a los ideales de MORENA no provienen de la silla presidencial, sino de las esferas más pequeñas de la administración pública: los presidentes municipales que ganaron la alcaldía en 2018, quienes han sido los principales focos de atención y descontento, al grado de que actualmente muchos de ellos cuentan con calificaciones pésimas en las encuestas, como la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien ha sido muy castigada por los ciudadanos en diversas encuestas, como la realizada por la empresa C&E Research.
No obstante, el 2021 se aproxima, por lo que han arrancado las contiendas internas y todo apunta a que en MORENA se vendrá una limpia, lo cual tiene muy claro el candidato a la presidencia nacional de MORENA, Mario Delgado; por tal motivo, no debe extrañarnos que, de ganar la presidencia, todas las aspiraciones de reelección de los ediles cobijados por este partido queden enterradas.
Una sabia decisión por recuperar el apoyo de la población cansada de los abusos del viejo régimen, pero que desafortunadamente se puede perder debido a los escándalos de corrupción en los actuales gobiernos. Por tal motivo, será fundamental construir una red de apoyo y convencimiento que permita consolidar la lealtad y el apoyo entre los afiliados, porque puede que hayan ganado en 2018, pero en 2021 serán otros tiempos.
La mesa ha abierto las apuestas y todos los jugadores comenzarán a mover sus fichas. Quién quita y el día de mañana sí haya reelecciones en vez de una limpia.
Twitter @vidal_sblancas