“Pura calidad. Esto es lo mejor que vas a consumir en tu vida. Es, digamos, lo gourmet de acá. Es para los clientes chingones: un ejecutivo, un gerente, artistas… no es para todos”, asegura eme, narcomenudista local de la CDMX.
En latas, la mariguana ‘gourmet’ es de las presentaciones más demandados de quienes gustan de esta yerba: su costo es de alrededor de mil 500 pesos por menos de la mitad de una onza.
“Adentro, hay un pequeño sobre con gel que absorbe la humedad. La marihuana luce como si estuviera recién cortada con unos finos “cristales” que coronan las hojas. Aperlada. Cultivada con libertad”, dice Eme.
Según fuentes de The Huffington Post, la mercancía llega hasta tierras mexicanas pasando por una ruta de más de 3 kilómetros desde Canadá. Allí, el cultivo para uso recreativo es completamente legal; en México, la clandestinidad del cultivo y compra-venta de esta yerba ha costado cientos de miles de vidas.
La mariguana viaja en barco hasta México por medio de ‘una ruta que no pueden revelar’ y entra por un puerto controlado por el crimen organizado.
Tras un largo recorrido que implica, en algunas situaciones, balaceras, extorsiones o terrorismo al más prístino estilo del narcotráfico mexicano, el producto llega en una lata completamente intacta, sellada al vacío, y que, al abrirla, emite el sonido de cualquier otro producto legal enlatado como atún, jugo o condimentos, y se consume con la misma naturalidad.