Si bien algo que está haciendo el gobierno federal es investigar y detener a distintos funcionarios que, durante las administraciones del viejo régimen, formaron parte de escándalos mundiales y gozaban de la impunidad existente en aquel tiempo, o simplemente lograron huir del país escondiéndose en otros lugares.
Tenemos por ejemplo la detención de García Luna, ex Secretario de Seguridad Pública durante la administración de Felipe Calderón, el cual se le vinculan nexos con el narcotráfico y el crimen organizado; también la detención y extradición de Emilio Lozoya, exdirector de PEMEX en la administración de Enrique Peña Nieto, involucrado en los escándalos de ODEBRECHT, además de que se investigan casos de corrupción en la aprobación de la reforma energética; recientemente la detención de César Duarte, exgobernador de Chihuahua el cual se estima un desvío de recursos de más de 90 millones de pesos, cifra que podría ser más alta; de igual manera ante el caso Ayotzinapan, el presidente López Obrador anunció que se tiene un detenido y con esto estar más cerca de la verdad de lo ocurrido a los 43 normalistas durante la administración de EPN.
Estos sin duda son golpes grandes al antiguo régimen, avance en las investigaciones de escándalos y de supuestas verdades que antes se disfrazaban como historias de conspiración, el día de hoy no parecen tan descabelladas. Si algo no se puede negar es que hay una cacería, la es para satisfacer la sed de justicia del pueblo que eligió a AMLO a dos años de haber ganado las elecciones, porque a pesar de todas las críticas a su gobierno, están siendo detenidos aquellos que antes se les llamaban “los jefes”.
Estoy seguro que de ser el antiguo régimen estos personajes estarían tranquilos y la cacería sería para algunos mártires de la administración, cabezas cortadas negociadas bajo el “ni modo, hoy por mi mañana por ti” porque de algo que todos conocemos es que primero se culpaban a otros antes que los jefes, pero el día de hoy de algo que podemos gozar es de un poco de verdad.
Si bien es poco probable que se logre aquella detención prometida hacia Calderón, EPN y Salinas, el que se esté realizando un poco de justicia se agradece, pero no es suficiente, ya que lo que urge para el país es aquel cambio que se prometió, el crecimiento y estabilidad que sacaría a México del pasado oscuro de saqueo y corrupción, cambio que a mitad del 2020 se encuentra muy lejano, no es para menos, ante la crisis mundial y el poco crecimiento económico las detenciones que se han logrado sólo son fotos, portadas de revistas y periódicos, noticias para dar carpetazos al pasado, pero estás no dan seguridad para el futuro incierto en esta 4T.
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