El partido que creo Andrés Manuel López Obrador y nadie más, se empieza a podrir y no por las raíces como sucede con los robles, sino por las ramas.
Esté o no de acuerdo con sus métodos, pero el oriundo de Macuspana fue terco en seguir con su lucha política, con su propia ideología.
Ni Manuel Barttlet Díaz, ni Porfirio Múñoz Ledo, ni toda la bola de arribistas al movimiento tienen la calidad moral de fulminar, a tan poco tiempo, un movimiento tan natural que creció ante el descontento social.
Los anteriores sujetos en el poder de nuestro país dejaron tanta inconformidad que sólo esperaban a un líder capaz de aglutinar este sentimiento para convertirlo en un movimiento social auténtico.
Así creció un opositor tenaz que no se cayó en la primera derrota y tuvieron que pasar 18 años para llegar al poder. No fue gratuito, porque cada vez que el señor caí, se levantaba con ánimos para perseguir su meta.
Ahora todos se cuelgan de su lucha.
Priistas autodesterrados, panistas, perredistas y demás que abandonaron el barco antes de se hundiera se unieron a una lucha antes despreciaban.
Habría que hacer un escrutinio de todos los que opinaban pestes del actual presidente del país, los arribistas al partido de Andrés Manuel López Obrador, cuándo éste era un simple luchador de la oposición.
Unos le llamaban loco, otros decían que “La soberbia de Andrés Manuel López Obrador parece infinita”
Al final muchos de ellos están al servicio del “soberbio”
Y muchos de ellos están tirando a la borda un proyecto, que si no es el mejor, es el más auténtico en término de aceptación social.
Personajes que jamás hicieron nada por llegar al poder, sólo subirse a la ola de Andrés Manuel López Obrador y hoy se siente que arribaron por su propios méritos y han desperdiciado su gran oportunidad para demostrar su capacidad.
¿Cuántos incapaces e inútiles subió a su barco Andrés Manuel? Hoy son gobierno y de la cuarta ciudad más importante del país, por ejemplo.
Morena se encamina el precipicio.
Así como nació con esa fuerza tendrá una vida finita, su ejemplo es el PRD.
El gran reto de los partidos opositores es captar la inconformidad social.
La fuerza de Morena es Andrés Manuel López Obrador, pero ¿cuándo éste no exista?
De nuevo las ratas saltarán a otro barco que pueda navegar
FIN