Severidad y serenidad dos palabras casi semejantes, que por una (V) o una (R) no son lo mismo, pero que reflejan acciones muy distantes, que trataré de diluir en varias circunstancias de la vida política, económica, empresarial, que sucede en nuestro país, estado y uno que otro municipio.
Ejemplos varios.
Con severidad es juzgada la ex secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga, lo que no es lo mismo, la serenidad con que ha sido tratado Emilio Lozoya.
Severidad porque a casi un año en prisión, Robles Berlanga, no sale de la cárcel por omisión.
Serenidad por que no está en la cárcel Lozoya por extorsión.
Severidad porque presuntamente al no aportar correctamente una dirección, Robles, se encuentra recluida en alguna celda de Santa Martha Acatitla.
Serenidad para Lozoya quien sí es extraditado, buscado por la policía, y se encuentra recluido en algún cuarto de un hospital privado por una presunta anemia.
Severidad política con la que se ejecuta el caso de la ex funcionaria federal.
Serenidad y conveniencia política para su compañero de gabinete.
En el caso de Puebla hay casos en que estas dos palabras se vuelven a cruzar.
Severidad para no abrir restauranteros en distintas zonas de la capital poblana por la Pandemia.
Serenidad para el comercio ambulante que hace de las suyas en el pico más alto de crisis sanitaria.
Severidad para el presidente municipal de Tehuacán, por presunta usurpación de funciones.
Serenidad para algunos regidores del mismo municipio que han sido causantes de la crisis política, económica y social.
Severidad para la mayoría de los usuarios del transporte público por el aumento al pasaje.
Serenidad para los concesionarios que ni modernizan, ni transforman sus unidades del servicio público.
Severidad a víctimas del delito por no ser atendidas con prontitud y no contar con un plan, una estrategia para evitar mayores agresiones.
Serenidad al momento de ejecutar y aplicar la ley a quien cometió el delito.
Severidad a periodistas que ejecutan su trabajo como en San Martín Texmelucan por el desbordamiento del comercio informal.
Serenidad a comerciantes que no acatan reglas y rebasan normas que presume imponer el ayuntamiento texmeluquense.
Severidad a medios de comunicación, en el país, en la entidad y los municipios, que informan de manera correcta, sin tapujos, con la venta de publicidad y no con la compra de su línea editorial.
Usted, cómo ha sido tratado.
Con Severidad o serenidad.
Reflexionemos.
CAUSA Y EFECTO
Por José Antonio de la Vega Moreno